Esta madrugada, un "grupo comando" irrumpió en el yacimiento Cap Oeste ubicado en La Bajada -cerca de Gobernador Gregores- reduciendo al personal de seguridad y empleados presentes en el sitio para sustraer el cargamento que se encontraba en espera de despacho.

Tal como anticipó La Opinión Austral, la bóveda del Goldroom fue violentada para obtener el botín. Afortunadamente, no hubo heridos de gravedad y el personal se encuentra en buen estado de salud. En el lugar trabaja personal de Criminalística de la Policía y la DDI de San Julián. Además, hay operativos de seguridad por varios sectores de la provincia.

En este marco, la empresa decidió suspender temporalmente sus operaciones en todas sus áreas por seguridad y tranquilidad del personal. Las autoridades han intensificado las medidas de seguridad en la zona y solicitan la colaboración de la población para encontrar a los responsables del hecho delictivo.

Según pudo saber La Opinión Austral, el botín sustraido de la bóveda de la minera sería el equivalente a la producción de un mes. Considerando los datos proporcionados por Patagonia Gold, el yacimiento Cap Oeste estaría produciendo el equivalente a alrededor de 500 onzas mensuales lo que sería igual a más de 1.000.000 de dólares, según la cotización actual.

Por otro lado, fuentes cercanas a la investigación indicaron a este medio que los ladrones habrían accedido al yacimiento usando un camino alternativo. Una vez en el lugar, golpearon, redujeron y ataron a un guardia de seguridad. Allí, ingresaron a la bóveda y se hicieron que los lingotes que transportaron en una camioneta robada. Según esta información, habría utilizado el mismo u otro camino alternativo para darse a la fuga.
Antecedentes
En julio de 2019, dos empleados de seguridad de uno de los yacimientos mineros de Patagonia Gold en la zona fueron responsables del robo de un lingote de oro, que en la jerga se llama "bullion doré" y que pesaba entre 10 y 12 kilogramos. El ilícito fue denunciado por otro trabajadores de la empresa y la Comisaría de Gobernador Gregores comenzó a investigar.

A los pocos días, la Justicia  ordenó los allanamientos en las habitaciones de dos de los sospechosos, donde se encontró el lingote en la habitación de uno de los empleados de seguridad.

El trabajador que dormía en la habitación fue detenido y su presunto cómplice solamente estableció domicilio por la causa.

Fuente: la opinion austral